Lunes 24 de marzo, se conmemora el día de la memoria y la justicia pero no me voy a referir a eso. Al menos no hoy. Si tuviera que trabajar en una redacción seguro "debería" esciribir algo, sería poco profesional no hacerlo... Pero decidí escribir sobre mi viernes santo, no todo porque ya estaría violando el derecho a la intimidad de las personas.
Fui a una fiesta con los amigos de mi novio. A un asado más precisamente. Sí, comí carne. Gran "pecado" que la verdad no me afectó en lo más mínimo por más que digan que es una falta de respeto a la religión. Pero eso no fue nada, no sabía la definición de "fiesta" de estos muchachos. No me sorpredió cuando me decían con una sonrisa: "Tenés que estar preparada psicológicamente para venir acá", mientras veía pasar los vasos cargados de alcohol y lo que parecían ser cigarrillos de contenido extraño, en un ambiente de música y anécdotas de personas que sabían que estos acontecimientos sólo se dan pocas veces en el año.
No sé cómo reaccionaría una persona si hubiese estado en mi lugar, tal vez pensaría varias veces volver a este tipo de fiestas o simplemente se iría espantada.
Personalmente, de ese viernes "santo" saqué una conclusión: siempre es interesante experimentar cosas nuevas aunque se lo considere sacrilegioso...
lunes, 24 de marzo de 2008
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