Vienen Zombies

Miércoles, humo, demasiado humo. Desconcierto.
O estaba muy desinformada o mi idea de que venían zombies era falsa. Definitivamente no miraba las noticias.
Sabía que hace unos días había niebla sobre Capital Federal y que nadie sabía por qué razones estaba en la ciudad, de lo único que no me enteré era que la quema de unos pastizales en Entre Ríos para renovar la tierra y poder cosecharla con la suma de los vientos fuertes, generaban ese humo y de ahí otra vez el tema controversial gobierno/campo. Resulta que esta relación conflictiva empezó con unos cortes de ruta por parte del campo de unos 20 días que dejó sin abastecimiento de mercaderías a todo el país como consecuencia de unas medidas que había tomado el gobierno. Estas medidas exigían impuestos a los exportadores, retenciones, que afectaban tanto a los grandes como a los pequeños productores. De aquí se desprende el reclamo razonable del sector agrario por la supresión de dichas retenciones.
Luego de varias idas y vueltas, de marchas y contramarchas a favor y en contra de la medida tomada por parte del campo, y de acusaciones varias, las dos partes se pusieron de acuerdo en discutir el tema y levantar los cortes de ruta. Parecía que todo volvía a la normalidad y se esperaba que otro tema ocupase los medios.
Y así fue. Un humo extraño que cubría la ciudad apareció de la noche a la mañana y todos buscaban el origen del siniestro. Por unos días no le di importancia, “es sólo en Capital Federal, hasta acá no va a llegar” decía ilusoriamente. “Debe ser el calentamiento global, ¿sabían que en el 2012 se acaba el mundo?, esto debe ser el preámbulo, vienen zombies”, empezaba yo con mis predicciones.
Pero a los pocos días el humo llegó al conurbano. Ese miércoles que empieza a afectarme salí de la casa de mi novio que vive en Haedo y me dice que va a avisar a su mamá sobre esta niebla. Ella sale y muy tranquila nos dice que no puede arreglarlo, que ya tiene bastantes problemas con el plomero y el gasista. Me hubiese gustado saber en qué pensaba. ¿Será que el humo no era demasiado importante como para no alarmarse? Caminamos unas cuadras hacia la parada mientras el silencio se hacía presente y sólo se escuchaban los ruidos de las hojas de los árboles que se golpeaban entre sí. No se veían señales de personas ni de autos, hablábamos de la escena, que era típica de un videojuego o de una película donde, de repente, saldrían monstruos a atacarnos.
A mi vuelta a casa, pensé que el humo se disiparía a medida que llegase a Quilmes. Pasé de la estación del ferrocarril de Haedo hasta Once y de Once, un colectivo que me dejaría a unas 6 cuadras de casa, todo ese trayecto estuve acompañada de la niebla. Y cuando había subido al colectivo, no sabía si abrir las ventanas para poder respirar “aire puro” o dejarla cerrada para que no me siga afectando el humo, que a esta altura, ya me dejaba con dolores fuertes de cabeza y unas nauseas terribles.
Llegué a casa y lo primero que hice fue preguntar qué era esta bruma, de dónde venía, qué nos iba a pasar. Yo seguía con mi idea de que venían zombies, producto del calentamiento global. Y definitivamente de lo único que trataban los medios era del humo. Ya se registraban muertos por accidentes de tránsito, consultas en hospitales por irritaciones en el cuerpo, cierre de rutas y aeropuertos, etc. etc.
Además las propias actividades se vieron afectadas, no había clases, no podíamos trasladarnos, hasta algunas personas se compraban barbijos, me pareció raro que los medios no hayan hablado de caos total. Pero todo desencadena en política. Ahora dicen que los focos de incendio se hicieron a propósito como “revancha” para Buenos Aires. Pareciera que volviésemos a la época postcolonial donde las provincias se aliaban en contra de la provincia del puerto. En definitiva, no se sabe si una ola de viento hará desaparecer el humo y lo expandirá hacia otras zonas, si se apagarán los incendios o se propagarán más, si se eliminarán las retenciones, si el gobierno dejará de hacer de la política económica una lucha entre buenos y malos. Lo único que sé es que prefiero creer que mi concepto de que vienen zombies es más factible.